El sonido melancólico de una gaita remite de inmediato a Escocia, el territorio con más zonas vírgenes de toda Europa Occidental, en donde las historias de castillos y batallas legendarias se funden en un paisaje de lagos y montañas. Siendo una de las cuatro naciones constituyentes del Reino Unido, Escocia tiene una identidad propia y su ciudad principal, Edimburgo, apodada la «Atenas del Norte», resume la riqueza histórica de estas tierras. La mejor época para viajar a Escocia es durante los meses de primavera -mayo y junio- y otoño -septiembre y hasta mediados de octubre-, ya que el invierno es muy frío y el verano, además de ser bastante lluvioso, desborda de turistas.
El Reino de Escocia fue considerado un estado independiente hasta 1707, año en que se firmó el Acta de Unión para integrar el Reino de Gran Bretaña. Ubicado en la parte nórdica de la isla de Gran Bretaña, ocupa casi 80.000 kilómetros cuadrados, en donde viven 5,4 millones de personas, y tiene bajo su tutela a 790 islas. En la capital, Edimburgo, habita medio millón de personas. El jefe político de Escocia ejerce bajo la figura de «Ministro principal», cargo que hoy ocupa Nicola Sturgeon, del Partido Nacional Escocés, desde noviembre de 2014. A fines de la década del 80, Escocia empezó a registrar un crecimiento económico superior al del Reino Unido, gracias al impulso de la industria de alta tecnología y al hallazgo de nuevos yacimientos petrolíferos en el Mar del Norte. La pesca también es una actividad importante, al punto que Escocia es el segundo productor de salmón de Europa; también es uno de los mayores exportadores de whisky. Esta región es visitada todos los años por más de tres millones de turistas, según cifras de la Oficina Nacional de Estadística Británica. La moneda en curso en Escocia es la libra esterlina. Un euro equivale a 0,91 libras.
¿Cómo es el clima en Escocia?
El clima escocés tiene fama de ser malo por las lluvias frecuentes durante todas las estaciones. En Edimburgo llueve 126 días al año y en Glasgow 167 días al año. Pero, como dice un refrán local bastante conocido en esta región: «no existe mal tiempo, sólo la ropa equivocada«. Dicho esto, se puede calificar al clima de Escocia de templado y con carácter oceánico. Los meses de enero y febrero son los más fríos, con medias diurnas de entre 5 y 7 grados, y muy pocas horas de sol. El verano, en cambio, se presenta cálido, con lluvias, y temperaturas medias que rondan los 20 grados. La zona oeste es más cálida que el este, mientras que el territorio montañoso de las Highlands, el más alto del Reino Unido, en el oeste, es el más lluvioso -y también ventoso- de toda Escocia. Pero no hay que alarmarse por tantas precipitaciones porque, como dice otro viejo refrán escocés, «la lluvia de hoy es el whisky de mañana». Finalmente, nieva un promedio de entre 15 y 20 días al año, mientras que en las zonas de montaña de las Tierras Altas, en el norte, los copos caen durante 100 días al año.
¿Cuál es la mejor época para viajar a Escocia? (Temporada alta)
La mejor época para viajar a Escocia es durante la primavera y el otoño, en particular los meses de mayo y junio; y desde septiembre hasta principios de octubre, que son un poco menos lluviosos que el resto del año. Ocurre que durante el verano, la temporada alta, no sólo llueve bastante sino que el flujo de visitantes -son las vacaciones en Europa- complica las visitas a los sitios de interés turístico. En invierno los días son fríos y sombríos, y las pocas horas de luz condicionan los programas al aire libre. Durante el otoño, en cambio, las temperaturas resultan agradables y los colores del paisaje son francamente hermosos. Es el mejor momento del año para practicar senderismo y realizar excursiones en las montañas. La primavera es otra maravilla en Escocia, porque presenta un clima apenas menos cálido que el verano pero con menos precipitaciones y sin grandes aglomeraciones de turistas, como ocurre en julio y agosto. Tanto en mayo como en junio los días son muy largos y los paisajes florecidos encuentran su mejor expresión. Los principales atractivos escoceses son: Edimburgo, la ciudad de los festivales, alma de Escocia. Esta ciudad lo tiene todo: pequeñas calles serpenteantes, sitios históricos, pubs, pasajes subterráneos y su increíble casco antiguo, llamado Old Town, un conjunto de construcciones medievales que en 1995 fue declarado Patrimonio de la Humanidad. La visita al Castillo de Edimburgo, que en su interior encierra leyendas de reyes, batallas e invasiones, es un plan obligado. Otra ciudad destacable es Glasgow, la más grande de Escocia, que no tiene el encanto clásico de su colega Edimburgo pero está plagada de galerías de arte, museos y los pubs más tradicionales de Gran Bretaña. Si el alma de Escocia es Edimburgo, muchos opinan que las Highlands son el corazón. Ubicadas en el noroeste escocés, exhiben sus montañas salvajes y acantilados, entre lagos, castillos y pueblos de ensueño; en esta región se recomienda visitar el Lago Ness, vigilado por las ruinas del Castillo de Urquhart, del siglo XVII, y la pequeña ciudad de Inverness. Por otra parte, uno de los paisajes más hermosos de Escocia se encuentra en la isla de Skye, ideal para los senderistas en otoño y primavera, con increíbles acantilados y montes verdes y florecidos que se extienden durante kilómetros. Escocia es uno de los mejores sitios del mundo para el avistaje de aves, tanto en la isla de Craigleith como en las islas Shetland; también la fauna marina se aprecia en la costa occidental, en especial los delfines «nariz de botella» en Chanonry Point y el gigantesco tiburón peregrino, el pez más grande del mundo después del tiburón ballena.
¿Cuál es la mejor época para viajar a Escocia ahorrando dinero?
La temporada baja en Escocia comienza a fines de octubre y se extiende hasta abril. Es un período en el que anochece muy temprano (en diciembre ya es de noche a las cuatro de la tarde) y el país entra en un manto de semi-oscuridad. Algunos alojamientos rurales cierran sus puertas y muchos hoteles ofrecen rebajas de hasta el 25% durante las semanas más frías de enero y febrero, para alentar la llegada de turistas. La mejor época para viajar a Escocia ahorrando dinero es en invierno, cuando los precios bajan en la mayoría de las grandes ciudades escocesas; por el contrario, durante el verano las tarifas de los hoteles suben entre un 10 y un 20 por ciento. Algunos tips para ahorrar en un viaje a Escocia son: conseguir las tarjetas Explorer Card (para entradas a sitios históricos, castillos y palacios); y Billete Royal, para acceder a los buses, palacios y castillos de Edimburgo; también es fundamental reservar el alojamiento con anticipación.
¿Qué necesitas tener y saber antes de viajar a Escocia?
- Visado: los ciudadanos de la Unión Europea no necesitan visado para entrar a Escocia.
- Equipaje: Escocia no se ha ganado en vano la fama de ser la región más fría, húmeda y nublada del Reino Unido. Por eso en el equipaje no puede faltar la ropa de abrigo y un impermeable, paraguas y/o cortavientos. Se recomienda vestirse «por capas», ya que la temperatura sube y baja con pocas horas de diferencia.
- Transporte: Escocia tiene una muy buena red de autobuses en todo su territorio. El tren es rápido y confortable, pero también es bastante caro. Alquilar un coche en Escocia es más barato que en la mayoría de los países de Europa.
- Dinero: la moneda de Escocia es la libra esterlina. Si se quiere cambiar euros, mejor evitar las casas de cambio y hacerlo en agencias de viaje, que cobran comisiones menores.
- Monumentos: la mayoría cierra a las cinco de la tarde y muchos están cerrados entre noviembre y marzo.
- Camping: en Escocia se puede acampar en forma gratuita en cualquier sitio en el que no se moleste a los demás. Es una regla de oro escocesa.
- Gastronomía: el plato más famoso de Escocia es el «haggis», compuesto por oveja o cordero asado, mezclado con harina de avena y cebolla, que se cocina durante varias horas en un embutido (el estómago del animal).