Con el majestuoso escenario de la Cordillera Nordkette, Innsbruck es una de las ciudades más encantadoras de Austria. Casi incrustada en Los Alpes, la capital del Tirol ofrece un entorno natural único, en donde el célebre trampolín de salto de esquí de Bergisel -obra de la gran arquitecta iraní Zaha Hadid– convive con el casco histórico gótico con pinceladas renacentistas, uno de los mejor conservados de Europa. Innsbruck tiene una población de menos de 150.000 habitantes, que viven rodeados de un paisaje alpino único, de lagos y picos nevados que trepan por encima de los 2000 metros de altura. Algunos de los sitios imprescindibles a visitar en Innsbruck son: el Tejadillo de Oro, el Castillo de Ambras, la Maria-Theresien Strasse, el Palacio Real o la Iglesia de la Corte.
Disfruta con los lugares más bonitos que ver en Innsbruck
El Tejadillo de Oro
Uno de los primeros lugares que ver en Innsbruck es el Tejadillo de Oro, un tejado formado por casi 3.000 tejas de cobre, que protege el balcón del Palacio de la Residencia, construido por Maximiliano I de Habsburgo, archiduque de Austria, hace cinco siglos. La historia cuenta que el propio Maximiliano se asomaba al balcón cada mañana para sentir el pulso callejero. En la fachada destacan dos frescos, que muestran al archiduque con sus dos esposas. Se recomienda visitar este sitio en un día soleado, para admirar el tejadillo como si realmente fuese un trozo de oro brillando con la luz.
Funicular de Innsbruck
El funicular Hungerburgbahn permite desplazarse desde el casco antiguo de la ciudad hasta la estación del zoológico alpino en menos de ocho minutos, para luego continuar hasta la estación de Seegrube, a más de 1.900 metros de altitud. Este sitio resulta ideal para admirar a los experimentados esquiadores deslizándose por la montaña. La siguiente estación, a la que se accede con los funiculares Innsbrucker Nordkettenbahnen, está ubicada a 2.300 metros y se llama Hafelekar. Desde allí, las vistas son increíbles.
Maria-Theresien Strasse
Las dos calles más preciosas que ver en Innsbruck son la Herzog Friedrich y la Maria-Theresien Strasse. En el caso de esta última, es aquí donde se despliegan los edificios barrocos con sus coloridos frentes, que componen el Alstadt o casco antiguo de la ciudad. La Maria-Theresien Strasse concentra varios de los atractivos de Innsbruck, como el Antiguo Ayuntamiento y el Arco de Triunfo (que mandó a construir la Emperatriz María Teresa durante el siglo XVIII).
Otro de los lugares preciosos que ver en Innsbruck es la Columna de Santa Ana y las fachadas de casas increíbles: se recomiendan especialmente las de la Helblinghaus y la Katzunghaus. En la Maria-Theresien Strasse se ubican los almacenes Kaufhaus Tyrol y tiendas muy bonitas a lo largo de la calle, en particular en el Rathauspassage. Para terminar la visita a esta calle de 700 años de antigüedad, será bien recibida una bebida caliente en alguna de las numerosas cafeterías.
Castillo de Ambras
El Castillo de Ambras es uno de los sitios imprescindibles que ver en Innsbruck. De estilo renacentista, fue el deseo consumado del archiduque Fernando II, quien reconstruyó el castillo durante el siglo XVI (sus cimientos databan del siglo X). El archiduque era un fanático del arte, un auténtico mecenas renacentista, y mandó a construir un espacio de exposición en la planta baja. Allí se exhiben hasta hoy retratos de la familia Habsburgo y pinturas de renombrados artistas, como Diego Velázquez y Van Dyck, junto a una sala de armas y armaduras medievales.
Iglesia de la Corte
A la Iglesia de la Corte se la conoce como la Iglesia de los hombres de negro, ya que 28 figuras humanas de bronce custodian el bellísimo cenotafio de mármol -monumento fúnebre- del emperador Maximiliano I, que se encuentra en el interior del templo. Lo curioso es que no sólo ocho de las 28 figuras son mujeres (algo extraño para la época) sino que el sarcófago está vacío, ya que sus restos descansan en la capilla de San Jorge en Wiener Neustadt. La Iglesia de la Corte, o Hofkirche, tiene bonitas galerías y columnas de mármol rojo, junto a un vistoso órgano del Renacimiento.
Trampolín de salto olímpico
Al sur de Innsbruck se encuentra uno de los símbolos de la ciudad: el trampolín de salto olímpico de Bergisel. La primera versión de este salto se construyó en 1925 y fue un éxito durante los Juegos Olímpicos de 1964 y 1976. El nuevo trampolín, considerado el más moderno del mundo, fue construido en 2002 por la famosa arquitecta iraní Zaha Hadid. Además, el complejo tiene capacidad para recibir a 28.000 espectadores y un restaurante panorámico fantástico llamado Bergisel Sky.
Palacio Real
El emperador Maximiliano I tuvo una gran incidencia en los destinos de Innsbruck. Su sello quedó impreso en el fastuoso Palacio Real, construido a fines del siglo XV, y entre estas paredes vivió la poderosa familia de los Habsburgo, una de las casas reales más importantes del Viejo Continente y otro de los sitios que ver en Innsbruck. En el interior, se lucen los muebles de época en los majestuosos apartamentos imperiales. También es muy bonito el patio interior adoquinado, de estilo gótico tardío, la Torre de los Escudos y una sala en donde el emperador Maximiliano guardaba sus trofeos de caza.
Catedral de Santiago
Muy cerca del Tejadillo de Oro se encuentra la Catedral de Santiago, el templo religioso de mayor trascendencia que ver en Innsbruck. Fue construida en el siglo XVIII, con un inspirado estilo barroco, y destaca por sus dos torres campanario. Aunque fue dañada por un terremoto durante el siglo XVI, volvió a ser edificada dos siglos más tarde. En su interior son impactantes los frescos en el techo, que ilustran la vida del Apóstol Santiago. También sorprende la imagen de María Hilf, del artista alemán Lukas Cranach El Viejo, y el monumento fúnebre del archiduque Maximiliano III.
Museo Swarovsky
A menos de 15 kilómetros de Innsbruck se encuentra el Museo Swarovsky, de la prestigiosa firma de productos de lujo fabricados con cristal tallado. Se trata de una auténtica ciudad de cristal, en cuyo interior se exhiben obras de artistas que utilizan este preciado material, que resplandece con increíbles juegos de luces. En el exterior, es maravillosa una obra llamada Nube de cristal, realizada con más de 600.000 cristales de colores, cuya imagen se refleja en un lago de aguas negras.
Resumen de lugares imprescindibles que ver en Innsbruck
- El Tejadillo de Oro
- Funicular de Innsbruck
- Maria-Theresien Strasse
- Castillo de Ambras
- Iglesia de la Corte
- Trampolín de salto olímpico
- Palacio Real
- Catedral de Santiago
- Museo Swarovsky