Pocas ciudades de Italia logran una combinación tan lograda entre caos urbano y belleza arquitectónica como Palermo. La ciudad más grande de Sicilia, con 700 mil habitantes, y otro millón y medio de personas en su área metropolitana, tiene un patrimonio artístico fascinante. Ese gran acervo cultural convive con el pulso alocado de sus calles, siempre colapsadas por el tránsito y el bullicio de los mercados. Durante décadas, Palermo fue golpeada por la mafia siciliana y la pobreza. Sin embargo, la ciudad es cada vez más segura y esto permite disfrutar al máximo cada uno de sus atractivos. Entre los grandes atractivos que ver en Palermo, destacan los magníficos palacios barrocos de Quattro Canti, la Piazza Marina, la bellísima catedral, el Museo de Marionetas y las Catacumbas de los Capuchinos.
Descubre los lugares más espectaculares que ver en Palermo
Quattro Canti
Se suele decir que Quattro Canti es la esquina más bella del mundo y uno de los lugares únicos que ver en Palermo. Está ubicada en el cruce de dos calles tradicionales de Palermo: Via Maqueda (también llamada Strada Nuova) y la Via Vittorio Emanuele. En esta suerte de plaza octogonal sorprenden las fachadas cóncavas de cuatro palacios barrocos -en las que conviven los estilos jónico, dórico y corintio-, construidos durante el siglo XVII por el arquitecto Giulio Lasso.
A las bellísimas fachadas de la Piazza Vigliena (también recibe ese nombre) se suman cuatro fuentes en la calle, que simbolizan a las cuatro estaciones, y una serie de estatuas de los reyes de España. Estas representaciones están organizadas en tres niveles distintos: en la acera se ubican las fuentes; en el primer piso las figuras de los monarcas ibéricos y en el segundo piso los santos patronos de Palermo: Ninfa, Cristina, Oliva y Ágata.
Palacio de los Normandos
El Palacio de los Normandos es la joya máxima que ver en Palermo. Ubicado en la Piazza de la Victoria, este edificio ofició de sede de los reyes y del Parlamento siciliano. Aunque el palacio, construido en el siglo IX y ampliado en el siglo XII, impacta por su belleza, el máximo atractivo es la Capilla Palatina.
La Capilla Palatina es la representante más fiel de un estilo único, llamado árabe-normando-bizantino, que primó en esta parte exacta del mundo durante gran parte del siglo XII. Para ser más precisos, este estilo encarna la transición del románico al gótico, con la intervención decisiva de artesanos árabes y bizantinos que dieron vida a mosaicos y techos artesonados de madera.
Uno de los elementos más sorprendentes de la Capilla Palatina es el hermosísimo Mosaico del Cristo Pantocrátor. Destacan también el Patio Maqueda, las distintas salas (de Hércules y de los Virreyes), así como los jardines y los suntuosos apartamentos reales. La visita completa al Palacio de los Normandos tiene un coste de 14 euros.
Piazza Marina
Turistas y palermitanos suelen congregarse en la Piazza Marina, en el casco antiguo, más precisamente sobre la calle Cassaro, del barrio de Kalsa. Este lugar está dominado por el Parque de Villa Garibaldo, en donde se encuentra el árbol más grande y viejo de Italia: una higuera de 150 años, 35 metros de altura y un tronco con una circunferencia de 20 metros. Este increíble árbol es un punto de referencia ineludible de Palermo.
Un dato curioso es que la mafia siciliana asesinó en este preciso lugar a un oficial de la Policía de Nueva York, llamado Joe Petrosino, que había llegado a Palermo en una misión secreta contra el crimen organizado, el 12 de marzo de 1909. Una plaqueta de bronce con su nombre recuerda su fallida aventura. Los turistas que recorran Piazza Marina tampoco deben perderse de admirar la finísima Fontana del Garraffo, otro de los lugares especiales que ver en Palermo.
Catedral de Palermo
La voluntad de un arzobispo palermitano de apellido Gualtiero, a comienzos del siglo XII, fue decisiva para la construcción de la Catedral de Palermo. El templo destaca por tener un gran patio con palmeras. La belleza arquitectónica del edificio es notable y se alinea en el eje de construcciones árabe-normandas, aunque el recinto también abreva de otros estilos, como el neoclásico y el barroco (en su cúpula).
La Catedral es el templo más bello que ver en Palermo. Tiene tres naves separadas por columnas, con varias capillas, entre las que destacan la del Sacramento y la de Santa Rosalía. También se recomienda visitar las tumbas reales, la cripta y apreciar los fantásticos frescos dedicados a la Asunción de la Virgen, que pueblan su interior.
Mercados callejeros
Paradójicamente, el bullicio de los mercados callejeros de Palermo es uno de sus máximos atributos. Escuchar los gritos de los vendedores de fruta del Mercato del Capo es un espectáculo inigualable. Los dos mercados más recomendados de Palermo son: el de Ballarò y el de la Vucciria; en ambos se ofrecen, siempre a viva voz, toda clase de pescados y mariscos (pulpos, sardinas, atunes), junto a frutas, legumbres y especias. Quien no haya paseado por un mercado de Palermo -y escuchado esta auténtica ópera de gritos callejeros– no ha visitado realmente la ciudad.
Fontana Pretoria
La Fontana Pretoria es realmente única y es un lugar imprescindible que ver en Palermo. Ubicada en la Plaza Pretoria, esta fuente, encargada a los artistas Francesco Camilliani y Michelangelo Naccherino, está decorada con magníficas esculturas de mujeres desnudas (que le valieron el apodo de La fuente de la vergüenza), animales mitológicos y la representación de distintas deidades, con Baco y Orfeo a la cabeza.
Catedral de Monreale
Es conocida la rivalidad entre el arzobispo Gualtieri y el rey Guillermo II de Sicilia. Mientras que Gualtieri impulsó la construcción de la Catedral de Palermo, en el año 1182, el monarca siciliano fundó la Catedral de Monreale en 1172. Este edificio sigue la línea árabe-normanda de los grandes monumentos palermitanos y ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por lo que debe estar en tu listado de sitios históricos que ver en Palermo. Es impresionante su claustro, con 228 columnas, y los gigantescos mosaicos dorados que recubren su interior e ilustran escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, como la Pasión de Cristo y el arca de Noé.
Catacumbas de los Capuchinos
Visitar las Catacumbas de los Capuchinos es una experiencia inquietante (por no decir macabra) e imperdible a la vez. En estas catacumbas, ubicadas en la capilla Santa María de la Pacce, se encuentran los cadáveres momificados -y en distintos estados de conservación- de unas 8.000 personas, entre frailes capuchinos, sacerdotes, ancianos, mujeres y niños.
El tesoro más buscado en las Catacumbas es el cuerpo de una niña de dos años, llamada Rosalía Lombarda, que fue momificada el 6 de diciembre de 1920, hace exactamente un siglo. Contemplar los rasgos perfectamente definidos del rostro de la niña es una experiencia no apta para todo público. La entrada a las Catacumbas cuesta 3 euros.
Museo de Marionetas
Para los turistas que viajen con niños, nada mejor que una visita al Museo Internacional de las Marionetas Antonio Pasqualino. Aquí se exhiben cerca de 4.000 marionetas y títeres de todas las épocas y rincones del mundo. Sorprende especialmente la impresionante colección de la Ópera de Pupi, un teatro de marionetas que fue furor entre las clases populares de Sicilia desde principios del siglo XIX. Estas marionetas tienen rostros tan expresivos que parecen a punto de cobrar vida en cualquier momento.
Teatro Massimo
El Teatro Massimo es el tercer teatro de ópera más importante de Europa y el más grande de Italia. Con arquitectura neoclásica y elegantes columnas corintias en su fachada, se empezó a construir en 1875 y demoró casi un cuarto de siglo en estar terminado. Tiene capacidad para 3.500 personas sentadas y una nutrida agenda de espectáculos, desde ballet hasta óperas líricas. Quizá los fanáticos de la saga del film El Padrino recuerden que la última escena de El Padrino III, de Francis Ford Coppola, se rodó en el Teatro Massimo.
Resumen de cosas que ver en Palermo
- Quattro Canti
- Palacio de los Normandos
- Piazza Marina
- Catedral de Palermo
- Mercados callejeros
- Fontana Petoria
- Catedral de Monreale
- Catacumbas de los Capuchinos
- Museo de Marionetas
- Teatro Massimo