La mayoría de los viajeros que aterrizan en Croacia por primera vez se desesperan por conocer la bella Dubrovnik, la ciudad más turística del país. No todos llegan a descubrir las virtudes de Split, ubicada a 200 kilómetros de Dubrovnik, sobre la fantástica costa dálmata. Con sus 230.000 habitantes, Split tiene un secreto muy bien guardado: el Palacio de Diocleciano, uno de los monumentos romanos mejor conservados del mundo, que se entrevera con un casco antiguo laberíntico, repleto de tiendas, bares y restaurantes. Además, esta localidad resulta el mejor puerto de paso para conocer las idílicas islas croatas (como las de Hvar, Solta y Brac), a sólo un ferry de distancia. Algunos de los atractivos que ver en Split son: la Catedral de San Domnius, el Templo de Júpiter, la Fortaleza de Kliz y la increíble playa de Bacvice.
Descubre los lugares más espectaculares que ver en Split
Casco histórico
Perderse en el casco histórico de Split es un programa en sí mismo. Sus calles empedradas y angostas invitan a caminar durante horas, visitando patios y misteriosos pasajes que desembocan en hermosas plazas. Pero lo más sorprendente es que el casco antiguo forma parte del Palacio de Diocleciano, ya que en tiempos del imperio romano este palacio delimitaba los contornos mismos de la ciudad.
Palacio de Diocleciano
El Palacio de Diocleciano es de una belleza inenarrable y es uno de los sitios imprescindibles que ver en Split. Fue construido entre los siglos III y IV d.C., por orden del Emperador Diocleciano, y es uno de los sitios más increíbles de la costa adriática croata. Este palacio es el alma de Split, ya que la mayoría de los monumentos de la ciudad se encuentran diseminados en sus alrededores.
El palacio fue construido como una villa de lujo de Diocleciano, emperador romano entre los años 282 y 305, quien eligió este lugar para pasar su vejez. Sin embargo, esta casa de verano también era un campamento militar romano, separado en cuatro partes por dos grandes calles: en el sur vivía el emperador, mientras que el norte era la morada de su guardia imperial, compuesta por soldados y sirvientes.
El recinto ocupa una superficie rectangular de 160 x 190 metros, coronado por torres sobre la fachada norte, oeste y este, además de cuatro gigantescas puertas; estas son: la Puerta de Oro, que sólo podía traspasar el Emperador; la de Plata, la de Hierro y la de Aenea. En el enorme rectángulo abierto del palacio funcionan bares, restaurantes y tiendas, y transcurre lo más animado de la vida urbana de Split.
Templo de Júpiter
Muchos arquitectos consideran al Templo de Júpiter como el monumento más fantástico de Europa y solo por eso debe estar en tu listado de lugares históricos que ver en Split. Fue edificado entre los años 295 y 305, y formaba parte del Palacio Diocleciano. Está ubicado sobre un podio, con un pórtico de seis columnas. Justo antes de la entrada al templo, convertido en baptisterio durante el siglo VI, se puede admirar una de las doce esfinges que Diocleciano hizo traer de Egipto. El edificio tiene hermosas esculturas y en su interior se encuentran los sarcófagos de los obispos de Split del siglo X y XI.
Catedral de San Domnius
Otro de los lugares históricos que ver en Split es la Catedral de San Domnius, o Catedral de Split, era originalmente el antiguo mausoleo del Emperador Diocleciano, al que se añadió un gran campanario de 57 metros, que regala las mejores vistas sobre la ciudad vieja y el aturquesado Mar Adriático.
Este mausoleo se erigió en Catedral durante el siglo XII. En el interior del recinto destacan el altar mayor, el coro barroco y los bancos, realizados en madera. Una de las partes más sorprendentes del templo es una puerta de nogal, tallada por un artista local en 1214, con finos relieves que representan la Resurrección de Cristo.
Fortaleza de Kliz
La Fortaleza de Kliz es una de las más grandes e importantes en la historia de Croacia. Con origen medieval, situada sobre una aldea llamada Kliz, ha sido una pieza fundamental en la lucha contra la ofensiva del Imperio Otomano sobre la Costa Dálmata durante el siglo XVI. Actualmente, funciona allí un museo en donde se exhiben armaduras y armas antiguas. Los fanáticos de la galardonada serie Game of Thrones recordarán este lugar porque en la Fortaleza de Kliz se filmaron numerosas escenas por lo que es uno de los lugares recomendados que ver en Split.
Playa de Bacvice
Bacvice es la playa más popular de Split y uno de los símbolos de la ciudad. Es la más cercana al centro histórico y los locales la eligen a diario para jugar al picigin, un juego de pelota tradicional que consiste en evitar que el balón caiga en el mar. Todas las noches, la orilla de Bacvice es un punto obligado de diversión, con inolvidables fiestas en la playa.
Otras cuatro hermosas playas que ver en Split merecen ser citadas. La primera es Kasjuni, en el oeste de la ciudad, con un épico bar sobre la orilla que por la noche se convierte en discoteca; la playa Kastelet, una de la más concurridas por el público local; la playa Jnzan, ideal para ir con niños; y la playa Bene, a la que se llega tomando el autobús número 12, que también sirve para visitar las de Kastelet y Kasjuni.
Estatua de Grgur Ninski
Uno de los monumentos que ver en Split es la estatua de Grgur Ninski. Fue un obispo muy importante en la historia de Croacia durante el siglo X. Su estatua estaba emplazada originalmente en el Peristilo del Palacio de Diocleciano, pero durante la Segunda Guerra Mundial fue sacada de ese lugar; años más tarde, se trasladó a los jardines de la Puerta Dorada del palacio.
Quienes busquen una vida llena de dicha y fortuna deberán seguir un ritual muy sencillo para los croatas: tocar el dedo gordo de la estatua. Para conocer más sobre la historia de Iván Meštrović, creador del monumento a Ngur Ninsky, es visitar la Galería Meštrović, uno de los museos imprescindibles que ver en Split, en donde se exhiben obras de arte del gran maestro croata.
Visita a las islas
Tomando un ferry desde el Puerto de Split, el más importante de Croacia (recibe a 4 millones de turistas cada año), se llega a islas paradisíacas. Es difícil elegir una más bonita que otra, pero las más recomendables son la Isla de Brac (a 50 minutos de ferry) y la Isla de Solta, con increíbles calas de agua transparente.
Por último, vale citar a una de las estrellas de la Costa Dálmata: la Isla de Hvar, una de las más grandes y visitadas del Adriático, a dos horas de ferry desde Split. Tiene una hermoso casco antiguo, en el que destaca la Catedral de San Esteban, un paseo marítimo soñado y la frutilla de la torta: la Fortaleza Spagnola, a la que se accede subiendo una escalerilla que discurre en las entrañas del pueblo. Al llegar a la cima, las vistas de la ciudad y las Islas Pakleni serán inigualables.
Resumen de lugares especiales que ver en Split
- Casco histórico
- Palacio de Diocleciano
- Templo de Júpiter
- Catedral de San Domnius
- Fortaleza de Klis
- Playa de Bacvice
- Estatua de Nrgur Ninski
- Visita a las islas