A dos horas de la ciudad de Venecia, en la frontera con Eslovenia, se ubica Trieste. Esta localidad, que muchos definen como la menos italiana de Italia, despliega sus encantos al borde del Mar Adriático, con un gran canal plagado de palacios vieneses y una suntuosa arquitectura neoclásica. Su historia es tan rica como curiosa: después de la Segunda Guerra Mundial el derecho internacional la reconoció como Estado independiente, pero en 1954 fue finalmente devuelta a Italia. Lo llamativo es que los movimientos independentistas siguen reclamando hasta hoy que Trieste sea un país con soberanía propia. Durante siglos, esta ciudad fue un emblema del poderoso imperio Austro-húngaro, y esa herencia se trasluce en sus fastuosos castillos y viviendas palaciegas. Algunos de los grandes atractivos que ver en Trieste son: la Plaza Unidad de Italia, la Catedral de San Giusto Mártir, el Gran Canal, la Plaza de la Bolsa o el increíble Teatro Romano, construido en el siglo I d.C.
No te pierdas visitar los lugares más emblemáticos que ver en Trieste
Gran Canal de Trieste
Trieste es la capital de la región Friuli-Venezia Giulia, una de las 20 regiones de Italia, en el extremo noreste del país. Su Gran Canal es una de las joyas que ver en Trieste y recuerda al Gran Canal de Venecia, que se encuentra a 158 kilómetros de aquí (dos horas en tren o en coche desde Trieste). Cabe destacar que esta ciudad, en donde hoy viven 210.000 habitantes, estuvo bajo el influjo de la Casa de los Habsburgo, una de las más influyentes y poderosas casas reales del Viejo Continente.
El llamado Canal Grande de Trieste se construyó durante el siglo XVIII y es una auténtica maravilla fluvial. Se encuentra en el Borgo Teresiano, en pleno centro de la ciudad, entre la Plaza de la Unidad de Italia y la Estación de trenes. Esta obra se realizó para permitir la entrada de los botes hasta el centro de la localidad (en donde descargaban sus mercaderías), pero actualmente sólo las embarcaciones más pequeñas pueden ingresar.
La postal que regala el Gran Canal de Trieste es única: palacios apostados en sus orillas, la bellísima Iglesia de San Antonio Taumaturgo en el fondo, el Puente Verde, el Puente Rosso, los botes amarrados, la música suave y el rumor de las conversaciones que llega desde las cafeterías históricas. El Caffè Stella Polare es la estrella del lugar. Destacan también las fachadas (laterales y centrales) de cuatro palacios: Gopcevich, Aedes, Genel y el Palazzo Carcioti.
Nada mejor que sentarse a tomar un café en el Gran Canal (al que se llega caminando por el Corso Cavour, desde la estación de trenes) y paladear el dolce far niente italiano en su mejor expresión. Aunque también puede uno pedir un Spritz, cóctel típico de la región de Friuli-Venezia Giulia, y acompañarlo con un queso esloveno, para comprender (en ese mix de sabores) el carácter multicultural que se respira en esta ciudad fronteriza.
En la zona del Gran Canal se ubica también la iglesia ortodoxa de San Spyridon, con sus gigantescas cúpulas azuladas, y la estatua que homenajea al gran escritor James Joyce, quien vivió en Trieste durante unos años y se inspiró en la ciudad para escribir una de las grandes obras literarias de todos los tiempos: Ulises.
Plaza de la Unidad de Italia
Otro de los lugares imprescindibles que ver en Trieste es la Plaza de la Unidad de Italia, considerada una de las plazas más grandes de Europa con vista al mar, en este caso el Adriático. Es uno de los lugares más bonitos de toda Italia, un rectángulo tamizado por palacios y antiguos cafés, asomados con elegancia a las aguas del Golfo de Trieste. Está ubicada a los pies de la Colina de San Giusto.
La Piazza Unità d’Italia (su nombre original) es la plaza indiscutida de Trieste. Allí se encuentran muchos lugares históricos que ver en Trieste como son: el Palazzo Modello, el Municipio o Palacio Comunal (el actual Ayuntamiento de Trieste), el Palazzo Pitteri, el Palacio del Lloyd Triestino, el Palazzo della Luogotenenza Austriaca, el Palazzo Stratti -en donde funciona el célebre Café de los Espejos-, el edificio del Grand Hotel Duchi d’Aosta y la preciosa Fontana dei Quattro Continenti. Quienes visiten esta plaza, tanto de día como de noche, se sentirán dentro de un fresco del Renacimiento o formando parte de la escenografía de una película italiana.
Palazzo del Municipio
Son tantos los palacios espectaculares que ver en Trieste que es difícil elegir cuál es el más bonito. Tal vez sea el Palazzo del Municipio, ya que concentra las influencias artísticas de distintas regiones de Europa. Fue construido entre 1873 y 1875, en un estilo ecléctico, por el arquitecto Giuseppe Bruni. Destaca por su gran fachada y su torre del reloj, que suena cada hora gracias a dos figuras de bronce que dan las campanadas: Micheze y Jacheze, dos personajes históricos de Trieste.
Catedral de San Giusto Mártir
Luego de una plácida mañana en el Gran Canal, se recomienda visitar la zona más antigua de Trieste, la Colina de San Giusto, en donde se encuentran dos lugares históricos que ver en Trieste como son la Catedral y el Castillo de San Giusto, dos joyas de la ciudad. Para llegar hasta la colina se debe realizar una caminata en ascenso de casi media hora, subiendo por escaleras y pendientes (aunque también se puede tomar el autobús). El esfuerzo de hacer el trayecto a pie tiene un premio invaluable.
Lo primero que se advierte al llegar a la cima de la colina es la fachada de la hermosa Catedral, construida entre los siglos XIV y XV, que luce un delicado y a la vez imponente rosetón gótico de color blanco, junto al campanario. En su interior llaman la atención sus exquisitos mosaicos y numerosas obras de arte religiosas.
Castillo de San Giusto
Junto a la Catedral se ubica otro de los castillos que ver en Trieste y la otra gema de la Colina de San Giusto, el Castillo de San Giusto. Esta fortificación presenta un aspecto desordenado en su estructura, ya que fue construido en distintas etapas a lo largo de los siglos XV y XVII. Actualmente funciona como un salón de exposiciones y se puede visitar su armería y su elegante mobiliario, pero lo más impactante son las vistas inolvidables que regala el castillo desde lo alto de la colina.
Castillo de Miramare
Otro de los sitios impresionantes que ver en Trieste es el Castillo de Miramare. Fue edificado en el siglo XIX por mandato del archiduque Maximiliano de Habsburgo, como regalo a su esposa Carlota de Bélgica, y diseñado por el arquitecto vienés Carl Junker. El castillo no sólo es precioso desde el exterior, con su fachada blanca enfrentada al mar azul y los extensos jardines que lo rodean, sino que también merece una visita por dentro. Es famosa la colección de jarrones orientales, así como las habitaciones de Maximiliano y Carlota.
Tanto los objetos como el mobiliario originales datan de mediados del siglo XIX. Entre todos los salones, destaca especialmente la Sala de Música, en donde Carlota pasaba sus horas tocando el piano. El valor de la entrada es de 8 euros.
Plaza de la Bolsa
A pasos de la Plaza de la Unidad de Italia se despliega uno de los sitios más encantadores que ver en Trieste: la Plaza de la Bolsa. Aquí se encuentra uno de los edificios emblemáticos de la ciudad, el de la Cámara de Comercio, Industria, Artesanía y Agricultura de Trieste, construido en 1806 (aquí funcionó la Bolsa de Valores hasta 1844), con sus magníficos aires neoclásicos. En la Plaza de la Bolsa no sólo se concentra una gran cantidad de tiendas sino que también es un enorme escenario a cielo abierto, ya que a toda hora suena el repertorio improvisado de decenas de músicos callejeros.
Cafés históricos
Quien visite Trieste tiene que reservar unas horas de su estadía para sentarse en alguno de los cafés históricos de la ciudad. Es todo un ritual para quienes habitan en la región de Friuli-Venecia Giulia: sólo sentarse, beber café y conversar. Entre las cafeterías célebres de Trieste, se recomienda visitar: el Café Tomaseo, Café San Marcos, Café Torinese, Café Estrella Polar, Café de los Espejos y el Café Tergesteo. Dos grandes escritores encontraron su fuente de inspiración en estos salones: el irlandés James Joyce y el escritor italiano Ítalo Svevo, una de las luminarias de la literatura del país.
Teatro Romano
Emplazado en la base de la Colina de San Giusto se encuentra el Teatro Romano, uno de los sitios con más historia que ver en Trieste. Este colosal anfiteatro, construido entre los siglos I y II d.C., en tiempos del Emperador Marco Ulpio Trajano, tiene un diámetro de 64 metros y capacidad para 6.000 espectadores. Es sorprendente el gran estado de conservación de la estructura, en la que se pueden observar las gradas con los asientos (y un sector superior cubierto por el césped). La entrada es gratuita.
Museos de Trieste
Cuatro museos concentran el arte y la historia de Trieste. Los museos que ver en Trieste son: el Museo de Historia Natural, en donde también funciona el Joyce Museum y el Museo Sveviano, dedicados a estos dos célebres escritores; el Museo Cívico de Historia y Arte, y Orto Lapidario, dedicado a la arqueología (se exhiben piezas romanas y del Antiguo Egipto); el Museo Revoltella, de arte moderno; y el Museo de Arte Oriental, con colecciones de arte chino y japonés.
Por otra parte, para los amantes del tranvía, aún funciona el Tram de Opicina, un antiguo medio de transporte que desde 1902 une el centro de Trieste con Villa Opicina, con hermosas vistas del mar durante casi todo el trayecto.
Risiera di San Sabba
Visitar la Risiera di San Sabba es una experiencia dolorosa pero aleccionadora. Es ni más ni menos que el único campo de concentración nazi que existe en Italia. Se trata de un grupo de edificios industriales, en el barrio de San Sabba, en donde se estima que fueron ejecutadas entre 3.000 y 5.000 personas.
Aquí se construyó, a partir de 1944, el único horno crematorio de Italia, que fue destruido por los nazis en plena retirada. Desde 1975 funciona en estas instalaciones el Museo Cívico de la Risiera, que intenta reconstruir cómo era la vida en este campo de concentración, así como las abominaciones que se cometieron en este lugar histórico.
La Grotta Gigante
A 15 kilómetros de Trieste se ubica la cueva turística más grande del mundo, la llamada Grotta Gigante. Fue descubierta en 1840 por Anton Frederick y tiene una altura de 107 metros (con 280 metros de largo y 65 de ancho), con sorprendentes estalactitas en gran parte de su cavidad.
Resumen de los lugares más fascinantes que ver en Trieste
- Gran Canal
- Plaza de la Unidad de Italia
- Palazzo del Municipio
- Catedral de San Giusto Mártir
- Castillo de San Giusto
- Castillo de Miramare
- Plaza de la Bolsa
- Cafés históricos
- Teatro Romano
- Museos de Trieste
- Risiera di San Sabba
- La Grotta Gigante