Es difícil abarcar en una sola descripción a un país tan fascinante, milenario, extenso y populoso como China. Con 4.000 años de historia, una superficie de 9.597 millones de kilómetros cuadrados y unos 1.370 millones de habitantes, es el tercero más grande del mundo y su territorio alberga tantas riquezas históricas que sería imposible enumerarlas a todas. La Gran Muralla China, la Ciudad Prohibida, el Templo del Cielo, el Palacio de Verano y los Guerreros de Terracota de X’ian, así como la futurista Hong Kong o la capital Beijing, en donde viven 22 millones de personas, son algunos de los atractivos principales del coloso chino. Aunque el clima de este país varía mucho a lo largo de su territorio, atravesado por una gran variedad de latitudes, la mejor época para viajar a China para conocerla a fondo es durante la primavera -en abril y mayo- y también en otoño -septiembre y octubre-, cuando las montañas de la Gran Muralla se tiñen de rojo, marrón, dorado y amarillo.
La República Popular China es la primera potencia mundial por PBI (el mayor importador y exportador de bienes del mundo) y es un estado unipartidista gobernado por el Partido Comunista. Su paisaje es tan vasto como disímil, desde el desierto de Gobi en el norte árido hasta los bosques subtropicales en el sur más húmedo; desde las cordilleras del Himalaya, que la separan del sur y el centro de Asia, hasta el río Yangsté, uno de los más largos del planeta, que serpentea por la meseta tibetana hasta llegar a las costas orientales. La moneda oficial del país es el Renminbi (RMB), cuyo significado es «moneda del pueblo». Su unidad básica es el yuan (CNY).
El clima en China
Al ser China tan gigantesca, se dice que conviven 18 climas diferentes. Sin embargo, se pueden definir tres grandes zonas: la parte monzónica del Este (los monzones son fuertes vientos que provocan inundaciones y lluvias torrenciales), más húmeda; la zona seca del Noroeste; y un clima frío y montañoso en el Sur, en la meseta del Tíbet, en donde las precipitaciones son abundantes. Hay que tener en cuenta que en invierno, la climatología en el centro y en el norte continental es muy rigurosa, con días muy fríos y nevadas imponentes. En verano, en cambio, los vientos del sur, que provienen de las zonas costeras, son cálidos y húmedos. Como dijimos, los días más agradables se dan en otoño y primavera.
Otoño, la mejor época para viajar a China a conocer La Gran Muralla
Uno de los símbolos por excelencia del país oriental, y también una de las siete maravillas del mundo moderno, es la Gran Muralla China. Descubrir esta fortificación, construida mayormente durante la dinastía Ming, es una experiencia única en cualquier momento del año, pero es preferible evitar las grandes aglomeraciones y también las temperaturas extremas. Por eso la mejor época para visitarla es en otoño (septiembre y octubre), cuando los días son claros y el paisaje se presenta amplio y en infinitas tonalidades. Particularmente en otoño, una de las secciones más bonitas del muro es la de Badaling, en el Badaling Forest Park, con su increíble océano de hojas rojas. También son fascinantes las secciones de Jinshanling y Mutianyu, en donde se pueden sacar buenas fotos sin que haya miles de turistas alrededor. Hay que aclarar que no se aconseja visitar la muralla en verano, ya que el clima es muy caluroso y está lleno de gente; tampoco en invierno, cuando hace mucho frío y las nevadas arrecian.
Primavera, un buen momento para viajar por China
La primavera también es una gran época para viajar a China (casi toda a excepción del Tibet, que cierra a los visitantes extranjeros durante dos meses cada primavera). En Beijing el clima es suave durante abril y mayo, ideal para visitar la Ciudad Prohibida, en el corazón de la ciudad, en donde se guardan los tesoros de la familia imperial, entre los que destacan el Templo del Cielo, la obra cumbre de la arquitectura Ming. Otras atracciones para disfrutar con este clima amable son el mercado Yashow, el Templo Lama y las Tumbas Ming. La ciudad de Xian, la más antigua del país, también es ideal para ser recorrida durante abril y mayo. Aquí se encuentra el Museo de los Guerreros de Terracota y el Shaanxi Provincial Museo de Arquitectura, así como la Gran Mezquita de Xian y la Gran Pagoda del Ganso, un lugar sagrado para el budismo. También Shanghai es agradable en esta época del año, con las atracciones que ofrece en los alrededores, como Hangzhou y Suzhou. Un condimento especial es la llegada de la niebla, que deposita su toque misterioso en la ciudad. Es imperdible hacer una caminata nocturna por el Bund, la zona del malecón de Shanghai, en la orilla del río Madre de Shanghai.
Por otra parte, la mejor época del año para viajar a China y conocer el Tibet es durante el verano, así como algunos puntos turísticos en el norte del país. Sin embargo, hay que tener en cuenta que varias ciudades de China (Shanghai, por ejemplo) se vuelven insoportablemente calientes en verano. Lo mismo ocurre con Hong Kong, al sur del país, en donde el clima se vuelve húmedo y caliente, con marcado carácter tropical.
Qué necesitas saber y tener antes de viajar a China
Ahora que sabes la mejor época para viajar a China según lo que te interese visitar, es hora de que conozcas que necesitas saber y tener antes de viajar a China:
- Es necesario tramitar un visado en el país de origen antes de ingresar a China.
- Hacer el equipaje para viajar a China no es tarea fácil, ya que existen 18 tipos de clima distintos a lo largo del país. No es lo mismo viajar a conocer la Gran Muralla China durante el invierno que hacerlo en primavera. Así como tampoco se puede comparar el invierno del Tíbet con el calor tropical del verano en Shanghai. Se recomienda estudiar bien el clima de la región a visitar antes de hacer la maleta.
- Efectivo: es importante tenerlo encima. Los chinos aceptan Visa y Mastercard, pero en una gran mayoría de establecimientos se pide el pago en efectivo, que debe realizarse en la moneda oficial de China, el yuan, conocida también como RMB. Si se va a pagar con tarjeta, es importante avisarle al banco emisor que se va a viajar a China, para evitar cancelaciones abruptas del servicio.
- Propinas: en China los empleados de restaurantes y de servicios turísticos no están acostumbrados a recibir propinas. En algunos casos hasta se considera de mala educación.
- Regateo: es la norma en todos los mercados del país. Nunca se debe aceptar el primer precio que se ofrece por un producto.
- Agua: no se debe consumir del grifo. Se recomienda llevar agua embotellada, que se puede comprar en supermercados y tiendas.
- Baños públicos: la mayoría no provee papel higiénico, con lo cual es una buena idea llevar un rollo encima por si surge algún imprevisto (también llevar jabón y toallas húmedas).
- Taxis: es un servicio económico y muy cómodo, aunque la mayoría de los taxistas no hablan inglés. Por eso conviene anotar la dirección en un papel escrito en mandarín (los conserjes del hotel podrán ayudar) y entregarlo directamente al chofer.
- Compras: en China la mayoría de los productos que se venden son imitaciones de imitaciones. Por eso hay que tener cuidado con lo que se compra en mercados callejeros y tiendas supuestamente «oficiales».
- SIM Card: es buena idea comprar una tarjeta SIM en aeropuertos y tiendas locales, para poder recibir mensajes de texto o utilizar datos.
- Fechas a evitar: el Año Nuevo Chino -a fines de enero o principios de febrero- es una celebración maravillosa, pero puede ser una pesadilla por la enorme cantidad de gente en las calles y en los sitios de interés turístico. Los billetes de avión en esa época son más caros y encontrar un ticket para viajar en tren es muy difícil.