La primera impresión que suelen tener los viajeros cuando aterrizan en El Cairo, capital de la República Árabe de Egipto, es la de un caos completo. El tráfico es anárquico, los semáforos son un adorno que nadie respeta, y una capa densa y gris de polución urbana lo impregna todo; en las calles, se escuchan bocinazos y las voces acaloradas llegan como flechas desde bazares y mercados laberínticos. Sin embargo, quienes logren superar la confusión inicial descubrirán un país de una riqueza histórica sin igual, cuna de la antigua civilización egipcia y, en definitiva, origen primigenio de la cultura occidental. Los vestigios de esta civilización, en las mismísimas arenas del Desierto del Sahara, asoman, despampanantes, en la Gran Esfinge de Giza, las pirámides y, en la ciudad de Lúxor, en los templos de Karnak y el Valle de los Reyes. La mejor época para viajar a Egipto y conocer estos tesoros es de marzo a mayo y de septiembre a noviembre, para evitar así los calores sofocantes del verano, cuando las temperaturas trepan fácilmente por encima de los 40 grados.
Egipto es una república semipresidencialista y una de las potencias árabes, con una presencia fundamental en el equilibrio geopolítico de la región. En 1922, el país logró su independencia del imperio británico y fue una monarquía hasta el levantamiento del General Gamal Abdel Nasser, que se sublevó en 1952 e instauró una república el 18 de junio de 1953. En 1970, Nasser murió de un ataque al corazón y el poder fue asumido por el vicepresidente Anwar el-Sadat, quien inauguró una política de conciliación con Israel, luego de décadas de conflicto. En 1971 se aprobó una nueva Constitución y la nación obtuvo su nombre actual: República Árabe de Egipto. Este país tiene una población de 98,42 millones de personas (según el último censo de 2018) y su moneda oficial es la libra egipcia. En la conversión, un euro equivale a 18,1 libras egipcias.
¿Cómo es el clima de Egipto?
El clima de Egipto tiene como rasgos fundamentales que los veranos son cálidos y secos y los inviernos más bien templados. El clima es desértico en prácticamente todo el territorio. Los períodos más cálidos van de junio a fines de agosto y los más fríos de diciembre a marzo. Las temperaturas máximas no vacilan en superar los 40 grados en algunas zonas del país durante la temporada seca. Para tener una idea, las máximas veraniegas en el norte de Port Said llegan a 31 grados; en el Cairo, a 34 grados; en el Mar Rojo, a 36 grados; y en Asuán a 41 grados. El fenómeno climático más abrupto se da en el desierto, en donde la amplitud térmica lleva el termómetro de 40 grados durante el día a 6 grados durante la noche, en los meses cálidos. En la costa mediterránea es donde se registran las zonas de mayor humedad y, en general, llueve un poco más que en otras regiones. Es conocido, y a veces temido, el famoso Jamsin, un viento seco y abrasador que sopla desde el desierto y, con velocidades de hasta 140 kilómetros por hora, arrastra todo a su paso.
La mejor época para viajar a Egipto (Temporada alta)
Para contestar a la pregunta de cuál es la mejor época para viajar a Egipto, hay que tener en claro cuándo no ir. Todas las guías de viaje y los operadores turísticos coinciden en este punto: evitar el verano, que llega a ser insoportable en algunas ciudades del país. Entre junio y agosto son muy pocos los que se animan a pisar el desierto occidental, el llamado Alto Egipto y las costas mediterráneas, que no son tan calurosas pero están repletas de turistas locales y del Golfo Pérsico, con precios más altos que durante el resto del año. Se considera que la temporada alta abarca los meses primaverales de marzo hasta mayo, así como de octubre a febrero, porque gran parte del invierno egipcio es soleado y con chubascos ocasionales. También octubre resulta el mejor momento para emprender un crucero de cuatro días por el río Nilo (la temperatura es ideal), que comienza en Asuán y termina en Luxor, en donde se visita la necrópolis de Tebas: el Valle de los Reyes, Deir el-Medina (el Poblado de los obreros) y los templos funerarios de Ramses III y Hatchepsut, además de los templos de Karnat y Luxor. Ver la puesta del sol sobre el Nilo o tras las colinas tebanas son momentos que se dan una sola vez en la vida.
¿Cuál es la mejor época para viajar a Egipto ahorrando dinero?
En materia de precios, se da una tendencia muy clara: bajan durante los calores de verano, principalmente en julio y agosto, cuando el sol y las temperaturas son implacables con los visitantes, y suben de diciembre a marzo, en la época invernal. Por eso, si se quiere ahorrar dinero en un viaje a Egipto, habrá que animarse al calor, ya que el precio de las excursiones y de la vida en general se reduce sensiblemente. Para tener una idea de valores: un pase al Museo Egipcio cuesta 11 dólares; a las Pirámides de Giza, u$s 9,90; al Templo de Abu Simbel, u$s 9,90; un taxi por El Cairo ronda u$s 1,20; y una noche de hotel en la capital egipcia se puede conseguir desde 15 dólares.
En resumen, la mejor época para viajar a Egipto sin tener que aguantar temperaturas altas, los meses ideales son de Marzo a Mayo y de Octubre a Febrero.
Si quieres ahorrar algo de dinero para poder disfrutar de realizar más actividades, la mejor época para viajar a Egipto es en verano (sobretodo los meses de Julio y Agosto) aunque debes estar preparado para aguantar temperaturas bastante altas.
¿Qué necesitas saber y tener antes de viajar a Egipto?
- Se precisa un visado para ingresar a Egipto y es aconsejable que el pasaporte esté vigente por lo menos seis meses antes de la entrada al país.
- Evitar viajar en pleno verano: las pirámides se encuentran en el desierto y las temperaturas allí son insoportables en esa época, lo cual complica la visita. A la hora de reservar un billete de avión, mejor que sea para volar en primavera u otoño.
- Egipto es un país musulmán y, por lo tanto, las mujeres no pueden dejar descubiertas ciertas partes del cuerpo. Por eso, a la hora de hacer la maleta, se les recomienda llevar pantalones y camisetas de manga larga.
- Se aconseja viajar con euros o dólares para cambiar una vez que se llega a El Cairo. Lo mejor es pedir el dinero en monedas y billetes chicos para poder dejar propinas. En los hoteles y restaurantes se aceptan tarjetas de crédito.
- Así como ocurre en países como Túnez o Marruecos, el lenguaje de los comerciantes egipcios es el regateo. Siempre hay que negociar los precios hasta el último minuto para lograr descuentos importantes.
- Comer en Egipto es muy económico, sobre todo en los sitios frecuentados por la gente local. También las entradas a museos y monumentos históricos son accesibles, ya que no superan los 10 euros.
- Propinas: en Egipto se les dice «bakshish» (es una palabra que los turistas escucharán durante todo el viaje, varias veces al día) y son del 10% en todos los casos.
- Transporte: para evitar los taxis locales, una buena opción es utilizar Uber, que funciona muy bien en El Cairo. También existe una app local similar a Uber, que se llama Careem, y se puede instalar en el celular. El Metro de El Cairo es muy cómodo y los autobuses respetan paradas y horarios establecidos.
- Seguridad: se puede caminar con relativa tranquilidad por las calles de El Cairo y por las principales ciudades del país, pero se recomienda tener cierto cuidado en los zocos (mercados), en donde son frecuentes los timos a la hora de comprar artesanías y productos locales.
- Vacunas: no son obligatorias, pero no es mala idea vacunarse contra tétanos y cólera antes de viajar.