Quienes conozcan en persona los colores de Irlanda seguramente entenderán por qué le dicen la «Isla Esmeralda«. Sus praderas siempre verdes le dan una tonalidad tan intensa que parece contagiarlo todo. Irlanda, la tercera isla más grande de Europa, guarda paisajes imponentes que acaban en dramáticos acantilados sobre el Atlántico, con islas solitarias, castillos misteriosos, pubs llenos de vida en cada ciudad y un toque de simpatía irlandesa que alegra a cualquier viajero. Este pequeño país tiene una mística difícil de igualar y un patrimonio histórico enorme, que se revela en complejos arqueológicos como Brú ná Boinne, de entre 3.000 y 4.000 años antes de Cristo. La mejor época para viajar a Irlanda es entre mayo y septiembre, con temperaturas entre 15 y 20 grados y más horas de sol para disfrutar los atractivos de la isla, tanto en las ciudades como en la campiña.
Irlanda es una república parlamentaria con capital en Dublín y una población estimada de 4,9 millones de personas. Está rodeada por el Océano Atlántico, el mar Celta, el mar de Irlanda y el canal de San Jorge; su única frontera por tierra es Irlanda del Norte, uno de los estados constitutivos del Reino Unido. Este país ha registrado un verdadero milagro económico desde principios de la década del 90, con tasas de crecimiento del 7 por ciento anual (las más altas de la Unión Europea), que le valieron el apodo de «Tigre celta«. En 2017 se ubicó en el cuarto lugar entre las naciones más desarrolladas del mundo, cuando en 1980 apenas era considerado un país pobre. Las ciudades más importantes de Irlanda son: en la costa este, Dublín, en donde viven 1,4 millones de personas; en el oeste, Galway y Limerick; en el sur, Cork; y en la costa sureste, Waterford. La moneda de Irlanda es el euro. En Irlanda del Norte rige la libra esterlina.
¿Cómo es el clima en Irlanda?
El clima de Irlanda no es todo lo bueno que se podría anhelar para un país con una riqueza de paisajes tan vasta. No son muchos los días de sol pleno al año y las temperaturas tampoco son del todo cálidas (podrían ser heladas, inclusive, si no fuera por la presencia de la Corriente del Golfo, que baña la costa occidental y torna el clima templado); de hecho en julio, el mes más caluroso, las máximas apenas superan los 20 grados. A grandes trazos, el clima entre mayo y septiembre es agradable, con un promedio de seis horas diarias de sol y máximas entre 17 y 20 grados, aunque también llueve bastante (unos 11 a 13 días por cada mes). La verdad es que es difícil evitar la lluvia en Irlanda, sea la estación que sea. La parte occidental de la isla es más lluviosa que el este. Y el sur resulta entre dos y tres grados más cálido que el norte.
A partir de octubre empieza a refrescar y las jornadas se vuelven más oscuras, hasta el punto que en enero sólo se registran dos horas de sol en todo el día. Entre noviembre y marzo, las temperaturas mínimas rondan los 2 grados y las máximas apenas tocan los 8 grados. Los meses más fríos y húmedos son diciembre y enero, mientras que los más secos son abril y junio. La diferencia entre regiones también es importante, ya que el clima en el interior de la isla es más cálido en verano y más frío en invierno (más de un mes de temperaturas bajo cero) que en las zonas costeras. Se suele decir que el clima irlandés es muy tramposo, porque un cielo despejado puede terminar en un chaparrón bíblico en cuestión de horas, para luego despejarse otra vez.
¿Cuál es la mejor época para viajar a Irlanda? (Temporada alta)
La mejor época para viajar a Irlanda es entre mayo y septiembre, ya que las temperaturas rondan los 18 grados y se puede disfrutar un promedio de seis horas de sol diario. Para muchos, julio es el mes ideal: el más cálido y soleado de todo el calendario. También entre junio y mediados de septiembre es el momento de máximo caudal de visitantes en Dublín y en los puntos turísticos de las costas occidental y meridional. El caso de Dublín resulta especial: es una de las ciudades más atractivas de Europa; aquí nació el escritor James Joyce y se forjó la famosa cerveza Guiness.
La capital de la isla Esmeralda alterna entre el futurismo del Dublin Spire -la escultura más alta del mundo, ícono de la nueva Irlanda- y los puntos históricos, como el Trinity College, la universidad más antigua del país, que data de 1592. Luego, la mejor opción es caminar por sus calles célebres, Grafton Street y O´Connell Street. También es obligada la visita a la Catedral de San Patricio, al Castillo de Dublín y, para terminar el día, acodarse en la barra de uno de los bares de Temple Bar, la zona más antigua, musical y alegre de la capital. Por otra parte, la segunda ciudad más grande de Irlanda se llama Cork, edificada sobre el River Lee, con canales que le valieron el apodo de «la Venecia de Irlanda«.
Para recorrer el país, vale la pena comenzar por el condado de Galway, con sus increíbles valles tapizados de verde y flores amarillas, interrumpidos por arroyos y pequeños pueblitos que parecen sacados de un cuento medieval. Sobre la costa, las playas y calas se hunden en el océano salvaje. Otros atractivos en esa región son: los acantilados de Moher, con vistas magníficas sobre el Atlántico; el castillo de Bunratty y el pueblo costero de Doolin.
En el medio oeste irlandés, la ciudad de Limerick es conocida por sus increíbles castillos, entre ellos el King John´s Castle, del siglo 15. Y también la ciudad de Killarney, desde donde comienza el «anillo de Kerry«, una ruta de 179 kilómetros en el suroeste del país. El anillo enlaza pueblos únicos, plagados de leyendas, desde Sneem hasta Cahersiveen y Glenbeigh. También en el condado de Kerry se ubica la villa pesquera de Dingle, que tiene gloriosas vistas del Atlántico y algunos de los mejores pubs con música tradicional irlandesa del país. La ciudad más antigua de Irlanda se llama Waterford, un antiguo asentamiento vikingo, que se hizo conocida por la producción de cristal. Finalmente, si se quiere conocer Irlanda del Norte, su capital, Belfast, es una ciudad enérgica y llena de historia. Aquí mismo se construyó el Titanic, en el astillero Harland & Wolff, con el triste destino que lo llevó al fondo del mar. En Belfast se puede visitar el St. George´s Market, el mercado de alimentos más antiguo de toda la isla.
¿Cuál es la mejor época para viajar a Irlanda ahorrando dinero?
La mejor época para viajar a Irlanda ahorrando dinero es entre diciembre y febrero, que no sólo registran las temperaturas más bajas sino que también son los más lluviosos. En esos meses -exceptuando la semana de Navidad y Año Nuevo- los precios del alojamiento son más económicos y también son más accesibles los pequeños bead & breakfast en los pueblos del interior del país. De todos modos, Irlanda no es un país barato para el turismo. Un ranking del diario Expansión da cuenta de que Dublín es la segunda ciudad más cara de Europa para vivir y trabajar, por encima de capitales como París y Bruselas. Algunos precios orientativos: una habitación en un bed & breakfast, 90 euros la noche; un plato principal en un restaurante, 20 euros; un menu Big mac, 4,65 euros; una cerveza local, 5 euros. El presupuesto de un viaje de una semana, en un nivel medio, ronda los 1.000 euros (sin incluir el billete de avión).
¿Qué necesitas tener y saber antes de viajar a Irlanda?
- Visado: los ciudadanos europeos no necesitan visado para ingresar a Irlanda.
- Equipaje: no importa cuál sea la estación, si hace frío o calor. Más allá de la ropa liviana o de abrigo, siempre se debe llevar impermeable y paraguas, ya que en Irlanda llueve un promedio de 200 días al año. El clima cambia muy rápido, por eso lo mejor es vestirse con capas de ropa.
- Idioma: el inglés y el gaélico son las dos lenguas oficiales de Irlanda.
- Seguridad: Irlanda aparece en los rankings como uno de los 10 países más seguros del mundo. Sólo hay que ser precavido en Dublín, en zonas como Temple Bar, en donde por la noche se pueden dar peleas callejeras y hurtos.
- Transporte: si bien el transporte público en Irlanda es muy eficiente, se recomienda alquilar un coche para conocer la isla. Los precios de alquiler son muy económicos, desde los 15 euros por día.
- Días festivos: uno de los días más importantes en Irlanda es San Patrick´s Day, con grandes festejos callejeros y en los pubs de cada ciudad.