Desde hace sólo cinco años, Myanmar vive un proceso de resurrección. Después de haber pasado casi medio siglo bajo un régimen totalitario, este país del sudeste asiático celebró sus primeras elecciones democráticas en 2015; el nuevo gobierno generó una apertura del país al mundo y alentó la llegada de turistas, que por primera vez pudieron acceder a sitios hasta entonces vedados a los extranjeros. Actualmente, sus pagodas doradas en el corazón de la selva y en su capital, Naipyidó, son el testimonio majestuoso del budismo en esta parte del planeta. La mejor época para viajar a Myanmar es entre noviembre y fines de febrero, los meses con menos precipitaciones y temperaturas agradables para recorrer el país.
La República de la Unión de Myanmar (o Birmania) es un país del sudeste asiático con una superficie de 676.000 kilómetros cuadrados (poco más que la superficie de Francia), que limita con India, Bangladesh, Tailandia, Laos y China, con costas sobre el Golfo de Bengala y el Mar de Burma. Su población es de 54 millones de habitantes, de los cuales cerca del 90% practica el budismo. Esta nación se independizó del Reino Unido en 1948 y durante la segunda mitad del siglo pasado fue gobernado por una dictadura feroz, que reprimió y encarceló a los opositores de la llamada «Liga de la Democracia».
El actual presidente de Myanmar surgió de la primera elección democrática en 50 años. Su nombre es Win Myint. La principal actividad económica birmana es la agricultura (el arroz es su cultivo central). Se considera a Myanmar un país extremadamente pobre, en donde casi el 35% de la población vive por debajo de la línea de pobreza. En los últimos años, la reciente estabilidad política revitalizó el sector turístico, con más de 3,5 millones de visitantes en 2019. La moneda de Myanmar es el kyat birmano. Un euro equivale a 1.584 kyats.
¿Cómo es el clima en Myanmar?
Myanmar es un país con clima tropical y una estación de monzones entre mayo y octubre, que trae lluvias, mucha humedad y temperaturas agobiantes durante el verano. El clima varía bastante de acuerdo a la altitud, desde las montañas heladas del extremo norte (una parte recóndita del Himalaya) y la cordillera Arakan, de carácter alpino y templado, hasta las zonas costeras, en donde los veranos son cálidos y los inviernos suaves. La montaña más alta de Birmania es el Hkakabo Razi, con casi 5.900 metros de altura. Entre marzo y mayo hace muchísimo calor en la mayor parte del país, con temperaturas entre 30 y 35 grados (llegan a hacer 40 grados en abril), mientras que junio, julio y agosto son los más lluviosos, con diluvios que suelen causar graves inundaciones y desplazamientos de tierra. Los ciclones tropicales suelen darse en los meses de verano. Los birmanos todavía recuerdan al devastador ciclón Nargis, en 2008, que generó una ola gigante en el Golfo de Bengala, causando casi 80.000 muertos y otros 60.000 desaparecidos. Fue el segundo ciclón tropical más mortal del mundo, después del ocurrido en Bangladesh en 1991.
¿Cuál es la mejor época para viajar a Myanmar?
La mejor época para viajar a Myanmar es entre noviembre y fines de febrero, considerada la temporada alta birmana, un período en el que llueve poco y las temperaturas son agradables. En esos meses no sólo se evitan los grandes calores, que comienzan en marzo y se vuelven insoportables en abril, sino también la temporada de lluvias monzónicas, que se extiende de mayo a octubre. La temporada alta es un momento de gran afluencia de turistas -se debe reservar el alojamiento con mucha anticipación-, pero eso no es un impedimento para deleitarse con los atractivos birmanos, desde las playas vírgenes del Golfo de Bengala hasta las espectaculares pagodas de Bagan.
Bagan es, justamente, el primer destino a visitar en Birmania. En esta parte del país se concentran cerca de 3.000 templos (se cree que en la frondosa vegetación quedan muchísimos más por descubrir), que datan de los siglos XI al XIII. Este sitio es el pulmón espiritual de Myanmar y resulta emocionante para los turistas, que se encuentran ante miles de pagodas doradas asomando en el verde intenso del paisaje. Los templos más visitados son los de Shwe Zi Gon, Ananda, Htilo Minlo y Bhupaya.
Pero todavía existe un templo más impresionante para ver. Se trata del enorme templo dorado de Shwedagon Pava, en la ciudad de Yangón, capital de Birmania hasta 2006. Es, sin dudas, el monumento religioso más imponente de todo el sureste de Asia y uno de los motivos de todo viajero para viajar a este país. Otros atractivos imperdibles de Myanmar son: la ciudad de Mandalay, con su pagoda Kuthodaw; las vastas zonas rurales de Kentung, en donde se practica senderismo entre montañas y preciosas plantaciones de arroz; el lago Inle, a casi 1.000 metros de altitud; el lago Rih, en la frontera con India. Para vivir una experiencia mística, vale la pena subir los 777 escalones que llevan hasta el templo que se encuentra encima del Taungkalet, una roca de 800 metros de altitud que se eleva en el medio de la nada.
Desde Mandalay es un buen plan hacer una excursión por el día a Sagaing, un foro de peregrinaje budista enclavado en el medio de cerros, con la gran atracción de la cueva-monasterio de Tilawkaguru. En su interior es impactante la colección de budas y las paredes con pinturas rupestres. En la otra punta del país, en el delta del río Salween, se ubica Mawlamyne, la antigua capital de Birmania en tiempos de la colonia inglesa; es la cuarta ciudad más grande de Myanmar (a medio día de viaje en autobús desde Yangón). Desde aquí se puede hacer una excursión hasta la pagoda de Kyaiktiyo, la famosa «roca dorada», en la cima del Monte Kyaiktiyo, una gigantesca roca que parece semi-suspendida en el aire. La leyenda cuenta que esta gran mole no se cae porque está «sostenida por un pelo de buda«.
En el item «playas«, las más recomendadas son: la de Chaung Tha, una de las más populares de Birmania por sus aguas cristalinas y su arena blanca; la playa Ngapali, famosa por sus atardeceres y los mariscos que sirven en los restaurantes sobre la costa; y la de Ngwe Saung, bastante cerca de Yangón. Pero uno de los mejores sitios para la vida playera es el Archipiélago de Myeik, que comprende más de 700 islas semi-desiertas de mar turquesa, un paraíso aún no descubierto por el turismo en el sudeste asiático.
¿Cuál es la mejor época para viajar a Myanmar ahorrando dinero?
La mejor época para viajar a Myanmar ahorrando dinero es entre mayo y septiembre, en plena temporada de lluvias. Especialmente a fines de agosto y septiembre, los hoteles ofrecen descuentos de hasta el 30%, que pueden ser mayores si se logra una buena negociación cara a cara (el regateo aplica muy bien en Birmania). En contraposición, la temporada alta, entre diciembre y febrero, es un momento del año en que el país se encarece y los hoteles trabajan a ocupación completa; además, este período coincide con festividades muy preciadas para Myanmar, como el Kachin Manaw Festival. A grandes trazos, Birmania es barato para el turismo si se lo compara con un país europeo, pero en los últimos años dejó de ser uno de los más económicos del sudeste asiático, como ocurría una década atrás. Un presupuesto medio para un turista en Myanmar ronda los 80 a 90 euros diarios e incluye: la noche en un hotel tres estrellas (50-70 euros), dos comidas (10 euros) y un guía que hable en español (10 euros por día).
¿Qué necesitas tener y saber antes de viajar a Myanmar?
- Visado: los ciudadanos de países de la Unión Europea deben solicitar su visado en línea, en el sitio: www.evisa.moip.gov.mm. El coste es de 60 euros.
- Equipaje: el equipaje dependerá de la época y la región a visitar. Siendo un clima mayormente tropical, con lluvias frecuentes, la ropa debe ser liviana, con un impermeable siempre a mano. Si se visitan las cordilleras del extremo norte, es necesaria ropa de montaña.
- Vacunas: no son obligatorias, a excepción de la vacuna contra la fiebre amarilla si se viaja desde un país en donde esté presente la enfermedad.
- Idioma: se hablan cerca de 100 idiomas en Myanmar. El principal es el birmano. El inglés se enseña como segunda lengua.
- Transporte: en las grandes ciudades funcionan bien los autobuses, a precios muy bajos, y los rickshaws (bici-taxis). Para moverse por el país conviene el autobús y también se puede alquilar un coche con conductor, aunque es una opción bastante cara. También opera un antiguo servicio de trenes, pero es realmente lento. El recorrido entre Rangún y Mandalay, de 620 kilómetros, dura entre 15 y 16 horas.
- Seguridad: el Ministerio de Asuntos Exteriores de España advierte que se debe viajar «con precaución» a Birmania y evitar el Estado de Rakhine, en el oeste del país, así como las fronteras con China y Laos.
- Dinero: al margen de que la moneda oficial es el kyat, muchos hoteles y comercios aceptan los dólares estadounidenses como forma de pago. Los cajeros automáticos funcionan bastante mal y se aconseja no cambiar euros ni dólares en el mercado negro.
- Gastronomía: los platos birmanos típicos son: la sopa mohinga (fideos finos en un caldo de verduras con huevo y pescado), el «cerdo al tamarindo» y el «lephet«, una ensalada de hojas de té en conserva que se sirve con arroz.